El 5 de marzo del 2018 las
comunidades Nasa de varios resguardos del Norte del Cauca, se reunieron para
conmemorar los tres años de retomar el proceso de liberación de la madre tierra
en la finca “La Emperatriz”. Se realizó una minga de corte de caña,
posteriormente se compartió el almuerzo comunitario, la chicha y el chirrincho
como símbolo de la unidad de las comunidades liberadoras de Uma Kiwe.
En chivas, motos e incluso a pie, las
comunidades comprometidas con el proceso de liberación de la madre tierra,
fueron llegando desde las 8 de la mañana a los sitios de concentración, para
después desplazarse a la parte baja de la finca “La emperatriz” y parte alta de
la finca “Canaima”, en las cuales desde hace ya bastante tiempo se ha librado
una guerra entre los grandes ingenios azucareros que saquean los recursos y
minerales de nuestra Mama Kiwe y las
comunidades del pueblo Nasa que reclaman las tierras como suyas y proponen un
modelo de producción diferente y encaminado al wët wët fxizenxi.
Como lo
manifiesta una joven liberadora de la madre tierra “La importancia es hacer que
el monocultivo se acabe y hacer que la tierra descanse, este cultivo de la caña
de azúcar ha hecho que la tierra produzca más de lo debido y entonces se trata
de acabar eso y hacer cultivos más productivos y que sirvan a la comunidad como
es el maíz, el frijol y la ganadería”.
Escuchemos
una joven liberadora quien nos cuenta más sobre la minga que se realizó y
porque las juventudes Nasas deben irse sumando a este proceso.
En este sentido después de la década de los años 70° se llevó a cabo este proceso y se le llamó “Recuperación de la tierra”, que consistía en tomar posesión de las haciendas que los terratenientes habían arrebatado a las comunidades durante los inicios del siglo XX, exigir al estado la compra de estas e inmediata devolución a las comunidades a quienes desde mucho antes de la conquista pertenecieron.
En este sentido después de la década de los años 70° se llevó a cabo este proceso y se le llamó “Recuperación de la tierra”, que consistía en tomar posesión de las haciendas que los terratenientes habían arrebatado a las comunidades durante los inicios del siglo XX, exigir al estado la compra de estas e inmediata devolución a las comunidades a quienes desde mucho antes de la conquista pertenecieron.
Aunque hubo varias recuperaciones de tierra exitosas para el
movimiento indígena que después del 73 se organizó bajo el nombre de Consejo
Regional Indígena del Cauca CRIC, no podemos hablar de recuperación de tierras
y mucho menos de la finca “La Emperatriz” sin mencionar ese acontecimiento que
vive en la memoria de cada uno de los que hemos caminado el proceso: “La
masacre del Nilo”; mientras toda una nación celebraba la nueva Constitución Política
del 91 que prometía a las comunidades indígenas respeto por los mandatos y
formas de autónomas de gobierno, veinte compañeros recuperadores de tierras
eran asesinados a manos del estado en la recuperación de tierras de El Nilo,
una masacre que se planeó e inició justamente aquí, en La Emperatriz, contra
los compañeros que reclamaban lo que les ancestralmente les pertenecía y de los
cuales lograron asesinar a 20.
De esta forma el gobierno logró apaciguar las recuperaciones
de tierra que se venían gestando en el Cauca. Fue solo hasta el 2005 donde las
comunidades hicieron conciencia, despertaron y cogieron impulso para volver a
este proceso que renació con el nombre de “Liberación de la madre tierra” y
aunque el impulso no fue lo suficientemente fuerte para dar continuidad, si lo
fue para sembrar la semilla que en el 2015 germinó e impulsó a las comunidades
a volver a “La Empera”.
El día 5 de marzo del 2018 el proceso de liberación de la
madre tierra cumplió 3 largos años, en los que dos compañeros han perdido la
vida a manos de los grupos armados al servicio del estado y la propiedad
privada, también son tres años que se cumplen en los que muchos Nasas más han
regado la tierra con su sangre, tres años de amenazas, desalojos y un gran
número de confrontaciones.
Las comunidades han sido claras en seguir adelante con la
liberación, la guardia indígena ha tenido un papel fundamental en este proceso
ya que diario en su rol de guerreros milenarios cuidan el territorio, tumban
caña y siembran comida, verifican que las comunidades asentadas en “La Empera”
se encuentren fuera de peligro y en caso de que no sea así, son los primeros en
poner el pecho, con su bastón en mano no dudan un solo segundo en salir a
detener las fuerzas que los reprimen, ya sean legales o ilegales.
Escuchemos por ultimo un compañero de la liberación que nos
hace un balance de estos tres años y nos cuenta más sobre la necesidad de
liberar Uma kiwe para los Nasas.
Otro rol a destacar es el que cumplen los The walas o médicos tradicionales que
desde sus sentires y conexión con los Ksxa´ws
o espíritus mayores orientan la comunidad; con chicha, chirrincho, chaguazagua,
coca, chulape, fresco y otras plantas a diario ofrendan a Uma kiwe.
La liberación también seguirá de la mano de los niños y
jóvenes que ven en ella una esperanza de vida, que sueñan con un mundo
diferente en el que la madre tierra descanse, en el que el monocultivo de la
caña de azúcar desaparezca y de paso a la diversidad, volver a escuchar el
cantar de los pájaros en vez de el del crujir de la caña cuando se quema.
Por ahora, para “La Empera” y las comunidades liberadoras
queda seguir sembrando frijol, maíz y plátano, seguir criando sus vacas y
gallinas, seguir danzando y tocando la flauta y la tambora para poco a poco ir
armonizando y brindando la tranquilidad que
Uma Kiwe se merece.
No hay comentarios:
Publicar un comentario