Fotografía: Mabel Qinto |
“No estamos solos, no es de un
solo cabildo el territorio, aquí está representada la voz de 126 autoridades
indígenas, 9 zonas y 11 asociaciones que
componen la estructura del Consejo
Regional Indígena del Cauca CRIC”.
Bajo este planteamiento, en el
polideportivo del territorio ancestral
de kwet yu´ (Tacueyo), el miércoles 06
de febrero, se dio inicio a la audiencia pública de aplicación de remedio frente
a los hechos ocurridos el 04 de febrero; donde un grupo de guardias indígenas que
se encontraban en el punto de control territorial de la vereda el Boquerón, límites
entre Corinto y Tacueyo fueron agredidos por un grupo armado identificado como
disidentes de las FARC. Estos violentaron el puesto de control de la guardia y
dispararon indiscriminadamente contra la guardia indígena.
El ejercicio de control
territorial no es una “calentura” promovida por las autoridades de turno; estas
acciones son un hecho histórico. Podemos
mencionar que en el año 2001 cuando las comunidades sufrimos una fuerte
etapa de agresión y de violencia en nuestros territorios indígenas por parte de
los grupos armados, la cual se extendió hasta el año 2014, esta fue la forma
que encontramos para seguir resistiendo
ante esa difícil situación; afirmó el gobernador del cabildo de Tacueyo.
De igual forma, la autoridad
comentó que en el año 2015, 2016 y parte del 2017, parecían tiempos tranquilos,
pero esa tranquilidad solo era el reacomodo de la violencia en sus múltiples
expresiones: violencia cultural, psicológica y física que solo nos demuestra la
cobardía y el desacuerdo de los actores armados con la paz.
Actualmente vemos transitar al
EPL, ELN, disidencias de FARC, los famosos Pelusos y otros grupos armados que
finalmente hacen lo mismo. Desafortunadamente la violencia generó el
involucramiento de algunos comuneros, causándoles la pérdida de su identidad y
su forma de pensar; por esa razón, hoy nos encontramos con comuneros que no
quieren volver a pensar en su territorio, que no quieren respetar a sus
autoridades, a su familia y creen que la paz se busca portando un fusil o una
granada, haciéndole daño a incluso a su propia comunidad.
La problemática que se está
generando, es de orden nacional, más de 400 líderes sociales asesinados en el
país desde que se firman los acuerdos de paz, es triste ver la estadística que
registra el 25 % de los asesinatos de líderes sociales cometidos en los territorios
del Cauca.
No es un secreto que los
actores armados presentes en los territorios responden a otras visiones incluso
desde el gobierno nacional para deslegitimar los procesos en los territorios y
de las autoridades indígenas, pero, ¿por qué ese afán de remilitarizar el Cauca?
Porque aquí hay unas condiciones especiales,
hay riqueza y fuentes de lucro que atrae la presencia de grupos armados;
desconociendo las autoridades indígenas y desdibujando el verdadero
fortalecimiento del gobierno propio.
La agresión hacia los pueblos
indígenas en Colombia y los sectores sociales se da porque se está gestando un
nuevo proceso organizativo fuerte en estas comunidades y otros sectores,
generando una fortaleza de cuidado y protección entre nosotros mismos. El CRIC
como organización regional, además de ser una de las más fuertes a nivel
nacional, es la primera organización indígena conformada en Latinoamérica, y
esto nos convierte en la piedra del zapato de los grandes oligarcas del país,
nos tildan de indios rebeldes, problemáticos, que están amangualados con el
narcotráfico, los grupos armados; pero esto no es cierto, aquí solo hay gente
buscando medios para subsistir, para sacar sus sueños adelante.
No hay que desconocer que el
modelo de desarrollo nos ha permeado, pero sabemos también que debemos equilibrar
esas desarmonías; hoy en nuestros territorios tenemos problemas como: vehículos
hurtados, siembra de cultivos de uso ilícito, ingreso de personal externo al
territorio, minería ilegal, venta de tierras de resguardo entre otras
situaciones; por esa razón venimos fortaleciendo el ejercicio de gobierno
propio y el control territorial en las comunidades indígenas; estas desarmonías nos deja en el
centro de la crítica y los señalamientos.
De igual manera, así como el
accionar de nuestra comunidad frente al conflicto armado es la aplicación de
remedio a grupos armados ilegales, también es el momento de hacer un llamado y
generar un dialogo de posicionamiento con el gobierno nacional con respecto
a la fuerzas militares, porque no podemos seguir siendo testigos
silenciosos de lo pasa aquí y en otras zonas del país, ¿cómo es posible
que las bandas delincuenciales pasan por
la narices de la fuerza pública?, se realizan los controles militares solo cuando
organismos de derechos humanos o autoridades transitan, nos señalan por tener
la invasión de cultivos de uso ilícito, pero ¿quién controla los productores de
los químicos?, ¿quién controla la comercialización?, ¿quién controla los grandes comercializadores
y cabezas del narcotráfico?
No son precisamente nuestros
comuneros indígenas, son personas externas y grandes empresarios, actúan muchas
veces con la venia de las estructuras de gobierno; debe quedar claro y es
necesario que se genere el reconocimiento y respeto al territorio, pero también
se generen oportunidades de vida digna para la comunidad. Puntualizo el
gobernador.
La decisión comunitaria en la
audiencia de aplicación de remedio fue contundente. 37 “Chxayucze” remedio de Juete para los ocho integrantes del grupo
armado que agredieron a la guardia indígena, 13 años de patio prestado a 7 de
ellos y 20 años a quien se declaró el comandante del grupo.
Las comunidades reunidas en
asambleas territoriales, seguirán actuando con firmeza frente a los causantes
de desarmonías y hechos que atentan contra la armonía en el
territorio, vulnerando el ejercicio legítimo de protección y cuidado de la vida
y el territorio como la casa grande de todos los pueblos.
Por: Mabel
Quinto
Comunicadora del Pueblo Nasa.
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