jueves, 8 de marzo de 2018

Tres años de lucha y resistencia por la liberación de la madre tierra en “La finca la Emperatriz”



El 5 de marzo del 2018 las comunidades Nasa de varios resguardos del Norte del Cauca, se reunieron para conmemorar los tres años de retomar el proceso de liberación de la madre tierra en la finca “La Emperatriz”. Se realizó una minga de corte de caña, posteriormente se compartió el almuerzo comunitario, la chicha y el chirrincho como símbolo de la unidad de las comunidades liberadoras de Uma Kiwe.


En chivas, motos e incluso a pie, las comunidades comprometidas con el proceso de liberación de la madre tierra, fueron llegando desde las 8 de la mañana a los sitios de concentración, para después desplazarse a la parte baja de la finca “La emperatriz” y parte alta de la finca “Canaima”, en las cuales desde hace ya bastante tiempo se ha librado una guerra entre los grandes ingenios azucareros que saquean los recursos y minerales de nuestra Mama Kiwe y las comunidades del pueblo Nasa que reclaman las tierras como suyas y proponen un modelo de producción diferente y encaminado al wët wët fxizenxi.

Como lo manifiesta una joven liberadora de la madre tierra “La importancia es hacer que el monocultivo se acabe y hacer que la tierra descanse, este cultivo de la caña de azúcar ha hecho que la tierra produzca más de lo debido y entonces se trata de acabar eso y hacer cultivos más productivos y que sirvan a la comunidad como es el maíz, el frijol y la ganadería”.

Escuchemos una joven liberadora quien nos cuenta más sobre la minga que se realizó y porque las juventudes Nasas deben irse sumando a este proceso.
En este sentido después de la década de los años 70° se llevó a cabo este proceso y se le llamó “Recuperación de la tierra”, que consistía en tomar posesión de las haciendas que los terratenientes habían arrebatado a las comunidades durante los inicios del siglo XX, exigir al estado la compra de estas e inmediata devolución a las comunidades a quienes desde mucho antes de la conquista pertenecieron.

Aunque hubo varias recuperaciones de tierra exitosas para el movimiento indígena que después del 73 se organizó bajo el nombre de Consejo Regional Indígena del Cauca CRIC, no podemos hablar de recuperación de tierras y mucho menos de la finca “La Emperatriz” sin mencionar ese acontecimiento que vive en la memoria de cada uno de los que hemos caminado el proceso: “La masacre del Nilo”; mientras toda una nación celebraba la nueva Constitución Política del 91 que prometía a las comunidades indígenas respeto por los mandatos y formas de autónomas de gobierno, veinte compañeros recuperadores de tierras eran asesinados a manos del estado en la recuperación de tierras de El Nilo, una masacre que se planeó e inició justamente aquí, en La Emperatriz, contra los compañeros que reclamaban lo que les ancestralmente les pertenecía y de los cuales lograron asesinar a 20.

De esta forma el gobierno logró apaciguar las recuperaciones de tierra que se venían gestando en el Cauca. Fue solo hasta el 2005 donde las comunidades hicieron conciencia, despertaron y cogieron impulso para volver a este proceso que renació con el nombre de “Liberación de la madre tierra” y aunque el impulso no fue lo suficientemente fuerte para dar continuidad, si lo fue para sembrar la semilla que en el 2015 germinó e impulsó a las comunidades a volver a “La Empera”.

El día 5 de marzo del 2018 el proceso de liberación de la madre tierra cumplió 3 largos años, en los que dos compañeros han perdido la vida a manos de los grupos armados al servicio del estado y la propiedad privada, también son tres años que se cumplen en los que muchos Nasas más han regado la tierra con su sangre, tres años de amenazas, desalojos y un gran número de confrontaciones.
Las comunidades han sido claras en seguir adelante con la liberación, la guardia indígena ha tenido un papel fundamental en este proceso ya que diario en su rol de guerreros milenarios cuidan el territorio, tumban caña y siembran comida, verifican que las comunidades asentadas en “La Empera” se encuentren fuera de peligro y en caso de que no sea así, son los primeros en poner el pecho, con su bastón en mano no dudan un solo segundo en salir a detener las fuerzas que los reprimen, ya sean legales o ilegales.

Escuchemos por ultimo un compañero de la liberación que nos hace un balance de estos tres años y nos cuenta más sobre la necesidad de liberar Uma kiwe para los Nasas.



Otro rol a destacar es el que cumplen los The walas o médicos tradicionales que desde sus sentires y conexión con los Ksxa´ws o espíritus mayores orientan la comunidad; con chicha, chirrincho, chaguazagua, coca, chulape, fresco y otras plantas a diario ofrendan a Uma kiwe.

La liberación también seguirá de la mano de los niños y jóvenes que ven en ella una esperanza de vida, que sueñan con un mundo diferente en el que la madre tierra descanse, en el que el monocultivo de la caña de azúcar desaparezca y de paso a la diversidad, volver a escuchar el cantar de los pájaros en vez de el del crujir de la caña cuando se quema.

Por ahora, para “La Empera” y las comunidades liberadoras queda seguir sembrando frijol, maíz y plátano, seguir criando sus vacas y gallinas, seguir danzando y tocando la flauta y la tambora para poco a poco ir armonizando y brindando la tranquilidad que Uma Kiwe se merece.

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